Nuevamente desde la memoria
de los próceres se abren las puertas hacia el horizonte digno de la nueva
sociedad. Los jóvenes de la reforma de 1918 no se equivocaron al plantearnos la
necesidad de la educación renovadora, vestida de esperanza, de alegría, por la
construcción de la patria nueva, grande e integrada. En cuatro días del
extenuado trabajo, llegaron con alegría desde la
Patagonia y la Norteamérica de los siux y apaches para nombrar la libertad en
nombre de la nación nueva, libre y soberana.
La alegría contagio los auditorios, los debates se conjugaron con el calor del ambiente nicaragüense, las resoluciones confirman una vez más el compromiso de los estudiantes con su tiempo.
La alegría contagio los auditorios, los debates se conjugaron con el calor del ambiente nicaragüense, las resoluciones confirman una vez más el compromiso de los estudiantes con su tiempo.
Ahora que las garras del imperio amenazan con
generar una guerra de muerte y miseria donde unos pocos viven a costo de los
miles de millones que trabajan la tierra, que laboran en la fábrica, los que
buscan el pan.
En la tierra del general de hombres libres, de la
fuerza sobrecogedora de los ideales de Carlos Fonseca Amador y estimulados en
el espíritu siempre irreverente de este pueblo. En la Nicaragua, los
estudiantes del continente de Nuestra América en la culminación de nuestro XVII
CLAE, en donde más de 3 mil delegados de 23 países juntamos las rebeldías para
arrancar el paso hacia la nueva aurora que en la educación emancipadora
encuentre el horizonte de la patria para para los humildes.
A los 95 años de la reforma de Córdoba declaramos:
Frente a la crisis imperante del sistema capitalista,
que sigue cobrando la vida de miles de seres humanos, sumiendo a los pueblos en
la miseria, explotación, hambre, ignominia, nos ratificamos en la lucha sin
cuartel en contra de ese sistema oprobioso. La crisis debe ser pagada por los
ricos y, como alternativa, la construcción de una sociedad equitativa, digna y
con justicia social.
Nos ratificamos en las banderas del
antiimperialismo y la lucha por la liberación social y nacional de los pueblos
y trabajadores. Denunciamos las guerras de ocupación imperialistas, en la
búsqueda por el reordenamiento mundial y nos solidarizamos con el hermano
pueblo de Palestina, permanentemente sometido a la sangre y al fuego por el
sionismo fascista. Los palestinos tienen en cada estudiante latinoamericano un
soldado de su causa.
Reafirmamos la unidad del movimiento estudiantil,
el resto de movimientos sociales y de nuestros pueblos como única clave para la
victoria.
Instamos a los gobiernos de América Latina,
saludando los avances de plataformas como ALBA, UNASUR, Mercosur y CELAC a
seguir incrementando las estrategias y esfuerzos para la integración de
nuestras naciones. La integración no debe ser solo política. Solo
garantizándola desde los pueblos tendremos el camino seguro para afrontar con
mayor fuerza la lucha.
Rechazamos las políticas neoliberales que aún se
mantienen en territorios de Nuestra América. La privatización de los servicios
públicos en nuestros países solo contribuye al enriquecimiento de unos pocos
sobre la pobreza de unos muchos. Asimismo convocamos a defender la vida sobre
todas las cosas y en ese marco la defensa de nuestros recursos naturales y
preservación del medio ambiente es la defensa de la existencia de la humanidad.
Denunciamos las nuevas formas de agresión del
imperialismo bajo la fachada de un poder suave. Los golpes de estado, las bases
militares, el saqueo de nuestros recursos galopan actualmente con diferentes
fachadas. La Alianza del Pacífico y los TLC esconden su propósito real de
reinstalar al ALCA y la dominación sobre nuestras tierras.
Exigimos el fin de la criminalización de la
protesta social que pretende deslegitimar la lucha en las calles como un
instrumento de combate. Denunciamos la represión al movimiento estudiantil en
cualquier parte y nos solidarizamos y demandamos la liberación de nuestros
compañeros cuyo único delito ha sido el sueño de tener un futuro diferente.
Denunciamos la injerencia y proceso de
desestabilización al proceso bolivariano de Venezuela por parte del
imperialismo y la oligarquía venezolana y de manera especial las acciones
terroristas contra las universidades; apoyamos la Revolución y exhortamos al
pueblo a seguir construyendo el legado del Comandante Hugo Chávez bajo el
liderazgo del Presidente Nicolás Maduro que garantice la continuidad del único
camino que permitirá la mantención de la independencia y soberanía nacional.
Respaldamos y nos solidarizamos con la siempre
eterna Revolución Cubana que no será jamás detenida porque tiene el apoyo de
todo un pueblo que cada día sigue construyendo el sueño de una sociedad mejor.
Repudiamos los planes de la USAID de internacionalización de la subversión y el
uso de las nuevas tecnologías y de jóvenes latinoamericanos para desestabilizar
el proyecto revolucionario.
Exigimos de manera inmediata la liberación de
nuestros 5 héroes detenidos injustamente por más 15 años en las cárceles del
imperio y el fin al bloqueo genocida al que ha estado sometida Cuba por más de
50 años.
Queremos y tendremos un Puerto Rico libre, sin la
bota del imperio gringo, por eso la libertad de Oscar López es parte de nuestra
lucha. Repudiamos la intención del sistema colonial de la isla de intentar
borrar la historia para desmovilizar al pueblo boricua en el sueño de lograr su
independencia.
Nos solidarizamos con el pueblo argentino por el
caso de los fondos buitres y reafirmamos el llamado a defender la integridad de
nuestra América con el fin de la ocupación británica sobre las Malvinas.
Apoyamos la reivindicación de Bolivia de salida al
mar como un derecho inalienable que les fue arrebatado.
Expresamos nuestro apoyo al logro de la verdadera y
definitiva paz por la que lucha el pueblo colombiano, en especial sus
estudiantes. Una paz transformadora, que no solo implique cese de las
hostilidades, sino el logro de una sociedad libre, democrática y de justicia
social como lo necesita Colombia y es indispensable para la Patria Grande
latinoamericana. Reafirmamos nuestro pensamiento de que la educación no es una
simple mercancía, no es patrimonio de trasnacionales ni grupos económicos, sino
de los pueblos.
El acceso libre a una educación con calidad,
pública y gratuita es un derecho inalienable de toda persona, educación que
debe servir a la integración solidaria de América Latina y fortalecer nuestra
identidad, para romper las cadenas de la opresión y la dependencia. Recordando
la frase martiana “ser cultos para ser libres” nos proponemos no descansar
hasta conseguir estos objetivos, incidiendo directamente el conocimiento en el
progreso y porvenir de nuestros pueblos.
Con el pensamiento del Che, Chávez, Zapata, Fefel,
Morazán, Sandino, Alfaro, San Martín Martí, Bolívar, juramos defender su legado
y construir una América Latina más justa donde el sol brille para los humildes
y la educación sea para la emancipación.
Vivan los estudiantes.
Viva América Latina.
Managua, Nicaragua. 21 de agosto de 2014.
Vivan los estudiantes.
Viva América Latina.
Managua, Nicaragua. 21 de agosto de 2014.
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