Desde mediados de marzo, hemos sido espectadores de multitudinarias movilizaciones estudiantiles en las principales ciudades chilenas, que han ido acentuándose en su expresión y contenido. Movilizaciones en donde confluyen en una sola dirección de lucha, tanto el sector universitario como el secundario, y que todavía se mantiene a pesar de los intentos del gobierno para desaparecerlo mediante la represión por parte de elementos reaccionarios y de desviarlo en sus estandartes de lucha.
Saludamos la lucha que levantan los aguerridos y heroicos estudiantes australes que reclaman sus derechos a una educación digna y popular; a una educación pública y accesible a los sectores oprimidos y explotados, a la adquisición de mayores presupuestos al paupérrimo existente; a mejoras en los servicios públicos a nivel estudiantil y educacional; a una educación nacional estatal que haga frente a la “municipalización” de la educación, llevada a cabo por la dictadura fascista de Augusto Pinochet, la misma que tenía el propósito de fragmentar y hacer desaparecer el movimiento revolucionario existente en la década de los 70. Tal medida no tiene otro objetivo que entregar el sector educación a los intereses económicos privados, consecuencias que podemos ver hoy día, en donde existe una casi total privatización en la educación.
A pesar de las fuertes arremetidas de que han sido víctimas los estudiantes por parte de los cuerpos represivos del estado, se mantienen en pie de lucha por sus derechos; luchas que inspiran a la movilización de los sectores oprimidos, directamente afectados por las medidas implantadas por el gobierno reaccionario representado por Sebastián Piñera. En la situación actual y de la misma forma, la lucha del movimiento obrero se expresa en las calles y ha salido con brazo firme en exigencia de mejoras a sus condiciones de vida y en contra del sistema social existente.
La gran convulsión social existente en chile, que se expresa en la lucha de clases en contra del marco social capitalista, da ejemplo vivo de la existencia una crisis general del modo de producción burgués y que se expresa en todos los países del mundo, tanto industrializados como dependientes. Dicha crisis, se manifiesta en el grado de pauperización de los sectores oprimidos, de los descarados abusos que se suscitan por parte de los órganos representantes del estado (institución que responde a los intereses de la burguesía), que pretenden, con sus medidas económicas, hacer que la crisis que padecemos actualmente, la paguen los trabajadores.
Desde el Frente Universitario Revolucionario Socialista (FURS), apoyamos la digna expresión de lucha encaminada por los estudiantes y los obreros chilenos, que levantan su puño combativo después de un considerable período de letargo, producto de la sanguinaria y funesta represión de la dictadura fascista Pinochetista, que dejo como saldo la destrucción y desaparición casi total del movimiento revolucionario que venía desarrollándose a pasos agigantados y acelerados en la década de los 70 y que prometía un relevante papel en la lucha revolucionaria en la transformación del sistema capitalista.
¡LA CRISIS GENERAL DEL CAPITALISMO ES LA ANTESALA A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
Sala de redacción del FURS
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