Ángelo Vargas presidente del centro de estudiantes de Ciencias Administrativas de la UNEG, perteneciente al Movimiento Estudiantil Renovación Universitaria (MERU) y del Frente de Jóvenes Manuel Piar, fue vilmente asesinado la noche del 10 de Marzo de 2014 en el marco de la desestabilización política por parte de los sectores de oposición en nuestro país. La banalización acerca de su muerte por parte de medios privados, políticos de la derecha y grupos estudiantiles de oposición, pretende imponerse por encima de los resultados que arrojaron las investigaciones del CICPC, que apuntaron a un caso de Sicariato. Hasta el día de hoy la derecha ha llamado a no politizarlo, cuando hipócritamente su movimiento estudiantil opositor ha utilizado su imagen como una víctima de la ‘‘represión política del gobierno’’ durante la guarimba. El hampa común y ajustes de cuenta son dos pilares en los argumentos de sectores de la derecha, pretendiendo borrar la trayectoria que tuvo Ángelo y las últimas acciones que emprendió por el derecho a la educación durante el paro universitario. Los profesores, medios de comunicación y grupos estudiantiles opositores, nunca hablaron de las amenazas políticas y de los testimonios que se dieron durante su asesinato. Independientemente de todas las especulaciones que tienen consigo el caso de Ángelo, fue un dirigente estudiantil de la UNEG, cuyos compañeros, amigos, familiares, profesores, movimientos y estudiantes, lo recordamos el día de hoy a un año de su siembra.
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